Devorando Roma
Decir que se te saltan las lágrimas cuando tomas una buena pasta alla carbonara o arrabiata, es algo que no todo el mundo entenderá, o al menos si antes no se ha estado en Roma. Para unos amantes de la pasta como nosotros, os confesamos que hemos gozado en cada una de nuestras comidas en la capital. Porque Roma no solo es la cuna de alguna de las pastas más famosas como la carbona, caccio e pepe o gricia, del pecorino. También lo es de la alcachofa, nuestra preferida a la giudia (frita y crujiente) como solo en el ghetto judío la saben hacer o dulces para los más golosos como el clásico romano maritozzo. No somos egoístas y queremos compartir cada momento de felicidad que nos ha regalado Roma y aquí os dejamos algunos de estos lugares, porque «Nun se vive de solo amore, ce vole anche ‘na carbonara», verdad?
Mercados: Primera parada para el aperitivo
En Roma hay varios mercados de ropa y antigüedades, pero justo a escasos 5 minutos del Coliseo nos encontramos un mercado de agricultores locales que abre cada viernes y sábado. Campagna Amica Market (Via di S. Teodoro, 74) es nuestra parada obligatoria en cada uno de nuestros viajes a Roma, disfrutamos viendo los puestos de carne, quesos, frutas o verduras de temporada, y por supuesto los de pan y pizza. Llevaos lo que podáis meter en la maleta, pero no os olvidéis de tomar una cerveza artesana o vino, en su terraza abierta, con una buen trozo de pizza.
Pasta: Lucha de gigantes
Zona Ghetto judío: el mejor carcioffo
Encontrar una mesa libre para comer en Sora Margherita (Piazza delle Cinque Scole, 30) es más que complicado en hora punta, por eso os recomendamos pasaros antes para apuntaros en la lista de espera o llamar unos días antes para reservar. Está situado en pleno barrio judío y no podréis iros sin probar la alcachofa alla giudia (frita y muy crujiente), sin duda una delicia. Además sus pastas como los agnolotti al suco di carne o fettucini al pomodoro son un escándalo. Precio por persona: 15 EUR.
Zona Trevi: osteria chic
La Osteria delle Copelle (Piazza delle Coppelle, 55/56/57) es el sitio algo más chic que recomendaremos, y está situado cerca de la Fontana de Trevi. Su pasta all’arrabiata con ese guanciale más que crujiente, todavía nos hace babear. Si queréis probar la pizza también tienen en su carta las más tradicionales como la buffalina o quattro staggioni. Además cuentan con una extensa carta de vinos. Precio por persona: 25 EUR.
Zona Trastevere: el mejor entre los mejores
La Trattoria Da Enzo (Via dei Vascellari, 29) puede presumir de ser nuestro favorito en toda Roma, y eso son palabras mayores. Esta pequeña trattoria situada en el Trastevere, no admite reservas, pero si llegáis sobre las 12:30-13h, os darán de comer seguro. La mejor amatriciana la hemos probado aquí, su tomate hace que se queden cortos los barquitos, y su pasta gricia (pecorino y guanciale) no tiene nada que envidiarle. Por favor, venid a disfrutar de esta meraviglia. Precio por persona: 18 EUR.
Zona Monti: La Carbonara
La Carbonara (Via Panisperna, 214) es un local situado en el bohemio barrio de Monti, uno de nuestros preferidos. Como su nombre indica su especialidad es la pasta carbonara, pero la de verdad, nada de nata o cualquier otro acompañante que no sea guanciale, huevo y un poco de pimienta. La carbonara típica se hace bañando la pasta una vez cocinada con la yema y añadiendo el guanciale y mucho queso pecorino. Precio por persona: 20 EUR.
Pizza: Estilo romano
Zona Trastevere: Ai Marmi
También hay vida más allá de la pasta en Roma, pizzerias como Ai Marmi (Viale di Trastevere, 53-59), son toda una institución en el Trastevere. Con una masa estilo romana no hace falta salirse de las clásicas margherita o marinara para disfrutarla al máximo, y como no, acompañarla de una buena Peroni, la combinación perfecta. Precio por persona: 15 EUR.
Zona Navona: mejores pizza de Roma
Pizzeria da Baffetto (Via del Governo Vecchio, 114) es una de las preferidas de Lola. Lo más seguro es que tengáis que esperar cola, pero la espera merecerá la pena, ya que de sus pizzas tradicionales de masa fina y crujiente (típico estilo romano) las recordaréis durante mucho tiempo. Precio por persona: 15 EUR.
Dolci: La perdición de Lola
Italia es el paraíso de los golosos, y Lola no puede dejar de soñar con cada una de sus gelaterias, pero ojo no todas tienen su visto bueno. Su preferida por excelencia, es Grom, creada para elaborar el mejor helado del mundo (o eso dicen sus creadores: Guido Martinetti y Federico Grom) que han conseguido llevar el verdadero gelato italiano a Dubai, Estados Unidos o Indonesia.
También deberíais pasaros por una buena pasticeria (pastelería), para disfrutar de una buena colazione a base de cualquier pieza de pastisseria y un buen zumo de naranja (spremuta). Para desayunar al estilo tradicional os recomendamos el panificcio Panella (Via Merulana, 54), donde encontraréis la mejor selección de tartas y pasteles, necesarios para coger fuerzas para conocer la ciudad. No os podéis ir sin probar el maritozzo, un brioche relleno de crema, típico de Roma, de nuevo se os saltarán las lágrimas.
Aquí os dejamos un mapa con las localizaciones.
No hacen falta muchas más razones para declarar Roma la capital gastronómica mundial, y si este post no ha servido para ello, os dejamos el link a nuestro post sobre la Roma secreta. Ci vediamo!