La costa Amalfitana
Alguien dijo una vez que »Italia no es un país, sino una emoción», esta frase se hace presente en cada de rincón de la costa Amalfitana dónde cada lugar tiene un encanto especial: sus carreteras de interminables curvas, sus fachadas degradadas de mil colores, sus pueblos colgados de cada ladera y acantilado y su inconfundible agua color turquesa. Acompañadnos en este viaje para disfrutar con los cinco sentidos.
Lola TIPS en la Costa Amalfitana
Las 3 C’s de Lola-Cuándo, Cuánto y Cómo:
Para evitar la masificación y la época de mayor calor de los meses centrales del verano, recomendamos ir en de Abril a Junio o de Septiembre a Octubre. Los lugares en estas fechas no están tan saturados y aunque haya riesgo de algún día de lluvia, el tiempo por lo general será bueno y podréis disfrutar de todo los que esta región puede ofrecerte, incluido sus playas.
Para recorrer la costa Amalfitana necesitaréis entre 2 y 3 días. Si tenéis intención en visitar la isla de Capri necesitarás al menos otro día más, os lo contamos en el post sobre las islas.
El viaje sin coche es posible, ya que hay conexiones en bus entre Nápoles y la costa amalfitana y también varias compañías de autobuses urbanos que recorren la costa entre Sorrento y Amalfi con bastante frecuencia y puntualidad. Aunque a veces os toque hacer el viaje de pie. La ventaja del coche es la flexibilidad a la hora de planificar y la libertad de no tener que depender de un transporte público; la desventaja el tema del aparcamiento que en algunos sitios es escaso y por norma general caro. Nuestra recomendación es que si os lo podéis permitir alquiléis un coche.
Los MUST de Lola:
Sorrento, Positano, Praiano, Amalfi, Ravello y Maiori. Y por supuesto Capri.
A lo largo de la costa hay muchas pequeñas calas donde podrás bañarte, nosotros destacamos los siguientes: Bagni della Regina Giovanna, Playa de Atrani y la de Maiori.
La perdición de Lola:
- En cualquier panadería artesana podrás encargar panini de focaccia con mozzarella, tomate y albahaca. Son el almuerzo perfecto si quieres disfrutar de un día de playa.
- No os olvidéis del mejor digestivo que existe: el limoncello sorrentino.
- Importante recordar para amantes de las pizzas rojas, es decir de base de tomate. Cuando la carta no dice que lleva tomate es de base bianca es decir solo queso. También buenísimas pero no es a lo que estamos acostumbrados por pizza.
- Conca dei Marini (a 10 min de Amalfi):
Restaurante Euroconca (Via Smeraldo, 67) gestionado por el dueño de nuestro B&B y sus hijos. El mejor sitio donde comimos en la costa amalfitana, pescado fresco, pasta típica (nosotros tomamos pasta a la sorrentina y todavía soñamos con ella). Recomendable dejar un hueco para cualquiera de sus postres caseros postre, La Torta de Santa Rossa hecha por la mujer de Claudio es simplemente IMPRESCINDIBLE. - Sorrento:
Da Gigino (Via degli Archi, 15): Exquisita pasta (nosotros la probamos con almejas) y pizza hecha con tomates de la zona. - Ravello:
Mimi bar pizzería (Via S. Francesco, 12): Cualquiera de sus pizzas están deliciosas.
Nuestro viaje
A finales de mayo con el antojo de darnos ese primer baño del año en nuestro querido Mediterráneo pusimos rumbo a Italia.
Nuestra ruta consta de 6 días, que aunque nunca es suficientes para Italia, es lo justo para dejaros enamorar una vez más por un lugar mezcla de glamour, belleza y estilo a partes iguales.
- Día 1: Vuelo a Nápoles. Llegada por la mañana. Visita Sorrento y alrededores. Noche en Conca dei Marini. Visita Praiano al atardecer
- Día 2: Atrani, Ravello, Maiori y Amalfi
- Día 3: Capri. Noche en Vietri sul mare
- Día 4: Vietri sul mare. Vuelta y noche en Nápoles
- Día 5: Isla de Procida. Noche en Nápoles
- Día 6: Vuelo de vuelta
De Nápoles y sus islas, os hablaremos en este post.
Sorrento y la playa escondida
Nuestro viaje empezó en Nápoles, donde aterrizamos tras un madrugador vuelo a las 6 de la mañana. Nosotros nos decidimos por alquilar un coche para visitar cómodamente las diferentes ciudades de la costiera.
Nuestro primer destino sería Sorrento que está solo hora y media de Nápoles. Los que tengan la suerte de ir de co-piloto podrán disfrutar de unas espectaculares vistas mientras serpenteamos los acantilados más altos del Mediterráneo, siempre bajo la mirada del imponente de Vesubio.
* Según la Odisea, fue en la costa de Sorrento donde Ulises pudo escapar de los cantos de las sirenas tapándose los oídos con cera y que éstas al verse humilladas se convirtieron en los hermosos acantilados que hoy forman la costa sorrentina.
Llegamos a Sorrento por el Corso de Italia, calle principal de tiendas, desde la cual se puede desembocar en cualquiera de las pequeñas calles peatonales llenas de tiendas de todo tipo. Callejear por Sorrento enamora, huele a limón en cada esquina y no tardaréis en daros cuenta de que es el símbolo por excelencia de la costa sorrentina.
Conseguimos llegar al mirador desde la Villa Comunale desde donde se puede tomar una preciosa panorámica y disfrutar de la bahía de Nápoles. A vuestros pies justo debajo veréis Marina Piccola, pequeño pueblo pescador que dispone de una coqueta playa de arena oscura.
Otro must de la zona, si el tiempo acompaña, es una pequeña cala poco conocida y que suelen frecuentar los locales ya que se encuentra a escasos 15 minutos en coche de Sorrento: Bagni della Regina Giovanna**. Después de refrescaros en esta maravilla natural, podéis disfrutar de unas vistas espectaculares de la bahía de Nápoles desde las rocas que rodean la cala.
** El nombre viene de la creencia que este lugar lo frecuentaba la reina de Nápoles Juana I de Anjou-Sicilia allá por el S. XIV
Al atardecer llegamos a nuestro hotel en Conca dei Marini, después de una hora de trayecto por las agitadas carreteras de la costiera. Tras hacer el check-in y conocer a nuestro encantador host, decidimos visitar Praiano, a escasos 3 km de nuestro hotel. Su Duomo, sus preciosas vistas hacia Positano hacen que verdaderamente merezca pasarse por ahí, sobre todo durante «el tramonto» o atardecer.
Atrani, Ravello, Maiori y Amalfi
Por la mañana si tenéis suerte podéis disfrutar de las maravillosas vistas de un mar en calma distinguir delfines o contemplar a los pescadores más madrugadores en busca de los crustáceos, gamberi o vongole. Levantarnos con este panorama hace muy difícil que el día no vaya sobre ruedas (y así sería literalmente).
La primera parada del día fue Atrani, a donde llegamos tras una interminable caravana a la entrada de Amalfi. A Atrani se accede a través de un estrecho puente con espacio para escasos dos coches; muy poco sitio para juntar a primera hora de la mañana a los autobuses de turistas, particulares y camiones de repartidores. No obstante el atasco nos permitió poder apearnos del coche y nos regaló esta magnífica vista de la ciudad de Amalfi.
Tras pasar Amalfi se llega a Atrani, uno de los pueblitos más pequeños, y en el cual la tónica general del viaje del aparcamiento no iba a ser una excepción En esta ocasión necesitamos una pequeña ayuda de un policía local que nos prestó 0.50€ para poder introducir el precio exacto de la línea azul (ejemplo del carácter abierto y acogedor de esta gente). Fuimos directos a la playa, que como la mayoría de la zona dispone de zona de pago con hamacas y otra gratuita.
Atrani se encuentra incrustada entre dos laderas que delimitan la cuidad; desde sus verdes aguas puedes deleitarte con una magnífica panorámica de la ciudad aunque seguro no conseguirás evadirte del todo; y es que los contantes pitidos de motos y autobuses avisándose en cada curva, te recordarán lo “que te vendrá encima” dentro unas horas.
Después de esta parada, nos dirigimos a Ravello, un must de la zona, recomendado por varios amigos. A Ravello llegamos tras 15 min de interminables curvas hacia el interior.
Quizás las expectativas eran tan altas que el sitio en sí fue algo decepcionante. Ravello nos pareció un pueblo muy bello pero que lamentablemente se ha vendido al turismo, no al nivel de otros pueblos masificados de Cinqueterre pero lo suficiente para que pierda cierto encanto. Todo tiene un precio excesivo, desde el prohibitivo parking a 5€ la hora (y ojo que no existen fracciones, si estás 1.5h como nosotros pagas 2h, 10€) hasta para disfrutar de una de las mejores vistas, según dicen de Italia (Terraza del Infinito, donde la entrada cuesta 7€…). Podéis juzgar vosotros mismos si merece la pena o no, pero no os olvidéis que estáis en la costa Amalfitana.
A pesar de que el pueblo está más cuidado que la mayoría de localidades de la zona y que vistas como las de las plantaciones de vides y limoneros a faldas de la montaña son realmente increíbles, sigue faltándonos algo en Ravello…
La siguiente fermata fue Maiori, 30 minutos de coche para poder disfrutar de quizás el último pueblo de lo que se entiende por la costa Amalfitana.
Decidimos aparcar alrededor de un puesto donde vendían gelato y granita da limone artesana en medio del paseo marítimo. A medida que os vayáis alejando de las Positano y Amalfi, se aprecia el impacto turístico es menor y se puede disfrutar de lugares igual de auténticos como Maiori sin tener que pagar por la exclusividad de otras zonas. Su playa con sus sombrillas perfectamente alineadas recuerdan a aquellas de películas de la costa azul. Sin duda es un lugar excelente donde disfrutar de los últimos rayos de sol de un día extenuante.
Volvimos sobre nuestros pasos, haciendo parada obligatoria en la imponente Amalfi. Aquí directamente no os hará falta cambiar o tener monedas sueltas ya que el precio mínimo del parking ronda los 10€.
TIP: Por experiencia propia recomendamos no meterse con el coche en el interior del pueblo. A pesar de que se puede, el hervidero de gente deambulando por las calles peatonales solo te hará sudar la gota fría en busca de cualquier hueco para poder dar la vuelta e irse de ahí.
Amalfi sufrió un fuerte maremoto, a mediados del siglo XIV, se llevó media ciudad y desaparecieron edificios emblemáticos. Así mismo la importancia que tuvo esta localidad en el medievo se nota nada más pisarla, con su imponente catedral del siglo X y el campanario que data del 1200.
Desde Amalfi salen muchos ferris para visitar la costiera en barco o para ir Capri. Y fue aquí donde también nosotros embarcamos rumbo a esa maravillosa isla, pero es algo que os contaremos en el siguiente post.
Vietri sul mare
La última noche en la península sorrentina, la pasamos en Vietri sul mare, población que está estrechamente unida a la fabricación de los azulejos que decoran muchas de las cúpulas de iglesias de la zona. Aquí la imponente iglesia de San Giovanni Battista, decorada con estas cerámicas coloridas y brillantes, domina este pequeño pueblo.
A Salento, que se encuentra a escasos 15 min de Vietri sul Mare, decidimos no entrar y continuar en dirección Nápoles. En nuestra opinión, no es visita imprescindible salvo que sigáis de camino al sur a la zona de Salerno o que dispongáis de más tiempo para visitar la zona.
Para cinéfilos…: Dónde se rodó…..??
- El talento de Mr. Ripley: principalmente fue rodado en Procida (isla de la que nos enamoramos y hablaremos en nuestro este post), pero también Positano fue usado como inspiración para el pueblo ficticio de Mongibello.
- Bajo el sol de la toscana: Diane Lane es seducida por Raul Bova en una de las playas de Positano.
- Solo tú: Marisa Tomei busca a su alma gemela Robert Downey Jr por toda Italia, pero es en la costa Amalfitana donde lo acaba encontrando.