Marruecos: Marrakech y Essaouira
Visitar Marruecos, nuestros vecinos del sur, es una gran opción como primera toma de contacto con el mundo musulmán, su increíble gastronomía y su acogedora gente mezcla de árabes y bereberes. Marruecos, del cual tenemos muchas ideas (erróneamente) preconcebidas, es un país de contrastes: desde su cordillera del Atlas a su litoral, pasando por sus interminables dunas en el desierto Erg Chebb, su encanto no tiene límites. En este viaje visitaremos una de las ciudades imperiales, Marrakech, capital del Imperio Islámico en varias ocasiones y la ciudad portuaria de Essaouira, con su preciosa Medina patrimonio de la Humanidad que también se ha convertido en un popular destino para los amantes del surf.
LOLA-TIPS en Marrakech
Las 3 C’s de Lola – Cuándo, Cuánto y Cómo:
Salvo los meses centrales del verano por el calor extremo, cualquier época es buena para visitar Marruecos.
Para conocer Marrakech y Essaouira necesitaréis sobre 3 ó 4 días. En un día completo podéis ver todo lo necesario de Marrakech y otros 2 en Essaouira para disfrutar de la playa y hacer alguna excursión. En caso de que penséis visitar el desierto de Zagora o Merzouga o las cascadas Ouzoud necesitaréis más de una semana ya que las distancias son largas para llegar a estos lugares.
Si no queréis depender de horarios del transporte público, es buena idea alquilar un coche para moveros, las carreteras son buenas y seguras.
Nuestros musts:
Marrakech: Plaza Jemaa el-Fnaa, El zoco, mezquita Koutoubia, Madraza de Ben Youssef y el Palacio Bahia.
Essaouira: Skala de la Kasbah, Medina, Puerto y la plage Tagharte
La perdición de Lola:
- El Cous cous, elaborado con sémola de trigo y verduras suele acompañar a cualquier plato.
- Los estofados de cordero o pollo en su tradicional tajín, recipiente cónico de barro (el cerdo está prohibido al ser un país musulmán).
- Una de las principales características de su cocina es la combinación de productos salados con elementos dulces como dátiles, miel o canela.
- Pescados y mariscos también son de gran calidad en las zonas de costas.
- Como dulce destacar la chebakia, una galleta de sésamo y almendra que los locales suelen tomar durante el mes del Ramadán y que encontraréis en multitud de puestos.
- El té en Marruecos es más una filosofía de vida que se toma a todas horas, hasta 6 veces al día. Se combina el té verde con menta y se sirve en una característica tetera de acero, l’barrade.
- Marrakech:
Los puestos de la plaza Jemaa el-Fnaa son una de las opciones más económicas. Observa siempre desde la lejanía o te verás presionado por los ganchos de cada puesto.; los precios rondan los 70 dh por persona (10 dh equivalen a 1€ aprox). También los restaurantes que dan a la plaza son una buena opción para cenar comida local con unas inmejorables vistas a la plaza (140 dh por persona aprox).
Cualquier azotea que dé a la Plaza Jemaa el-Fnaa, es una gran opción donde tomarse un té, mientras disfrutas del constante ajetreo que se vive en la plaza. Destacamos los conocidos Argana y Le Grand Balcon du Café Glacier (Place jamaa el fana).
- Essaouira:
Grilladerie Poissons: son unos puestos próximos al puerto en los que se escoge el pescado o marisco que y acuerdas un precio con el dueño.
Trislaka Café: sitio de cocina local, económico y buena calidad. Precio por persona aprox 120 dh.
Taros (Place Moulay Hassan) cuenta con un gran azotea próxima al puerto donde desconectar tomándoos un té. También el Beach & Friends un beach-bar al final de la playa, donde podéis disfrutar del atardecer.
Otros consejos:
- Moverse por la Medina es complicado y desorientarte es muy fácil. Tened bien clara la ruta.
- Cuidado al llegar a la zona de la muralla con los niños que se ofrecen para guiaros hasta vuestro rihad, tratarán de perderos entre unos y otros llevándoos por distintos caminos para sacaros propinas.
- Taxis: hay tarifas preestablecidas para ir y volver desde el aeropuerto a Medina, sobre 70 dh.
- Visita de mezquitas. La entrada está prohibida a los no musulmanes y deberéis conformaros con verlas desde fuera. La única mezquita de Marruecos abierta a otras religiones es la Hassan II en Casablanca.
- Alcohol: como país musulmán el alcohol está prohibido a los musulmanes. Su venta y consumo está permitido, aunque no en lugares públicos, penado con hasta 6 meses de cárcel. Es posible adquirirlo en restaurantes y algunas tiendas clandestinas y la ley es mucho más flexible con los occidentales.
- Tened en cuenta que el regateo está presente en la cultura marroquí; cuando regateéis, siempre con respeto y teniendo en cuenta lo que significa para ti y para la otra parte el descuento que conseguís.
- A la hora de buscar alojamiento, hacedlo sin duda en un rihad*. El trato es mucho más cercano y familiar que el de un hotel y sentirás que estás durmiendo en la casa de un familiar con las mismas facilidades de las que dispone un hotel.
*Los rihads son edificios de unas 2-3 plantas con un patio central en el que suelen tener fuentes o piscinas en torno al cual se distribuyen las habitaciones. Generalmente suelen estar regentados por europeos que en su día se fueron a Marruecos y rehabilitaron estos edificios antiguos.
Nuestro viaje
Marrakech, comienza el coche cultural
Perdidos en el bullicio de la Medina
Aterrizamos en Marrakech bastante tarde y tras encontrar un taxi que nos ofrecía un precio razonable para acercarnos a la Medina, llegamos a nuestro rihad. Será un poco chocante ver el estado deteriorado de sus coches, no obstante nosotros nunca tuvimos el más mínimo percance y los taxistas suelen ser muy simpáticos. Cuando sepan que venís de España, la pregunta de Barça o Madrid os la harán seguro.
Atraídos por esta nueva cultura y asegurándonos antes de la ruta en el mapa, nos fuimos caminando hacia la famosa de Marruecos, la plaza Jemaael-Fnaa, centro neurálgico de Marrakech.
De camino podéis deleitaros con la mezquita Koutoubia, la principal de Marrakech y que data del siglo XII.
A pocos metros, la famosa plaza. El impacto visual al llegar es indescriptible, gente por todos lados, el humo de las cocinas ambulantes, encantadores de serpientes, danzantes, vendedores de especias… Es un lugar sencillamente increíble!
El día siguiente volveríamos a esta plaza para ver la transformación que sufre durante el día y disfrutarla tomándonos un té desde una de sus azoteas.
Paradas obligatorias: el Zoco y la Madraza
A pocos metros en dirección norte, comienza el Zoco, un laberinto de calles con puestos de todo tipo, desde souvenirs, tiendas de especias, hasta talleres de artesanía y de cuero donde os intentarán llevar para que veáis como se hace a cambio de alguna propina. De aquí saldréis con un cum laude en regateo.
Por último, y tras una breve parada para comer, no podíamos irnos sin visitar la Madraza** de Ben Youssef, la más grande Marruecos que data de 1565. Es una escuela en la que destacan sus decoraciones de azulejos y sus arcos mozárabes del patio central, alrededor del cual se encuentran 130 celdas que permitieron alojar a casi 1.000 estudiantes.
** En el mundo islam se trata de una escuela musulmana de estudios superiores, especializadas en estudios religiosos.
Essaouira, un paraíso para los surfistas
Al día siguiente nos volvimos al aeropuerto, donde teníamos alquilado el coche, para ir hasta Essaouira. El trayecto para llegar es sencillo, sin posibilidad de pérdida, sólo hay una carretera que une ambas ciudades y está en perfecto estado.
El viaje son 3 horas escasas por el interior de Marruecos, durante las que atraviesas pueblos que realmente te impactan por la pobreza que puedes percibir y que sirven de contraste con la popular y turística Marrakech.
Tras aparcar el coche en un parking fuera de la muralla que rodea la Medina, conocimos a nuestra encantadora host y su fabuloso rihad, que disponía de unas increíbles vistas desde la azotea.
Decidimos dar un paseo por las calles de la Medina de Essaouira, hasta llegar a la zona del puerto, donde empieza la principal playa de la ciudad, plage Tagharte. Se trata de una larga playa de arena llena de contrastes. En el extremo más cercano al puerto, se mezclan los escasos turistas con niños jugando al fútbol con las camisetas de sus ídolos y grupos de mujeres cubiertas en burka con sus cochecitos.
A medida que os vais alejando llegaréis a la zona frecuentada por surfistas, una zona de dunas en las que se intercalan grupos de camellos de excursiones. En esta zona encontraréis también varios beach–bars donde tomaros un cocktail mientras podéis disfrutar del atardecer.
Excursión en camello
La mañana siguiente comenzó muy temprano, y es que Fajr “oración del amanecer”, una de las 5 oraciones del islam, comienza sobre las 5 de la mañana y su canto asíncrono desde las distintas mezquitas, es algo que os impactará.
Tras un exquisito desayuno en nuestro rihad, nos preparamos para una excursión en camello que habíamos contratado con un tour recomendado por nuestro host.
Nos recogieron en nuestro rihad y nos llevaron en un 4×4 hasta el pueblo de Diabat, a unos 5 km al sur de Essaouira, donde conocimos a nuestro camello y a nuestro guía Mustafa, un tipo extraordinario que nos hizo pasar un tiempo fantástico. El paseo en camello es una experiencia muy recomendable y podéis hacer unas fotos increíbles por las dunas y la orillas de una playa desierta.
Conociendo su Medina y el puerto
El resto del día lo dedicamos a estar en la playa, pasear por la Medina y recorrer su fortaleza donde se rodaron algunos capítulos de Juego de Tronos. Junto con esa batería de cañones portugueses no resulta difícil trasladarte e imaginarte a Daenerys Targaryen comandando su ejército de Inmaculados.
Al día siguiente por la mañana fuimos a visitar la zona del puerto de Essaouira. Es una experiencia en sí ver como los pescadores descargan, limpian en plena calle y venden el pescado fresco de ese día. Es una zona no muy frecuentada por turistas y que debido al fuerte olor y bullicio puede resultar agobiante.
Para comer recomendamos unas carpas que se ponen en la zona próxima al puerto y en las que podéis seleccionar vosotros mismos el pescado o marisco que quieres y que tras regatear y acordar un precio, os harán a la parrilla allí mismo.
De despedida y antes volver en coche a Marrakech, nos queda tiempo para tomarnos un té en una terraza próxima al puerto con unas vistas geniales.
Si queréis seguir conociendo el Marruecos más auténtico, os recomendamos nuestro post con la ruta entre Rabat y Meknès.
Para cinéfilos…: Dónde se rodó?
- Mission Impossible 5: Tom Cruise rodó en Marrakech y en otras ciudades marroquíes esta famosa película. Algunas de sus carreteras fueron cortadas durante más de 10 días para su grabación.
- Spectre: James Bond: también visitó Marrakech para la película de 007.
Me gusta.
Me encanta este blog, mágico, increíblemente bueno, disfruto y aprendo mucho de vuestros viajes