El Marruecos más auténtico: Rabat y Meknès
Rabat ha sido elegida entre los mejores destinos para este 2019, quizá por la mezcla de olores de su abarrotada Medina, por los colores del barrio de Kasbah Oudayas, por las delicatessen gastronómicas de su cocina o por las reliquias viajeras que nos podremos encontrar en sus zocos. Lo que sí sabemos es que la ruta en tren entre Rabat – Meknès quedará grabada en nuestras retinas durante mucho tiempo. Os lo contamos en nuestro post sobre Rabat y Meknès.
Rabat, la desconocida
Rabat es la capital administrativa de Marruecos y eso se percibe en sus barrios totalmente europeos como el Villa Nueva donde se encuentra el Palacio Real, la mezquita y el Mausoleo de Mohamed V dónde parece que seguimos en Europa. Pero también hay barrios auténticos como el Kasbah Udaya o la Medina. Si de verdad queréis disfrutar del Rabat más auténtico debéis hospedaros dentro de la Medina. Os recomendamos el Riad Dar Dar, donde os harán sentir cómo en casa con sus desayunos caseros 100% marroquin a base de fruta fresca, repostería y yogures caseros.
Los Rihads son edificios de unas 2-3 plantas con un patio central en el que suelen tener fuentes o piscinas en torno al cual se distribuyen las habitaciones. Generalmente suelen estar regentados por europeos que en su día se fueron a Marruecos y rehabilitaron estos edificios antiguos.
Los imprescindibles de Rabat
El primer must de Rabat es la fortaleza del Kasbah Udaya que fue levantada por los musulmanes que huyeron de la península. Con su bicromatismo de blancos y azules, el barrio es un laberinto de calles que todas desembocan en la plaza del Semáforo, donde se puede disfrutar de la mejor panorámica del Atlántico y la vecina ciudad de Salé.
Es uno de los lugares más bellos de todo el país y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2012. Se encuentra justo al lado de los Jardines Andalusí, un pequeño oasis donde refugiarse del caos Rabat y que han sido recientemente restaurado.
No debemos olvidarnos de la ciudad colonial, en el barrio Villa Nueva, dónde se encuentran paradas obligatorias como la Torre de Hassan, obra cumbre del arte almohade junto a la Giralda de Sevilla.
Justo al lado se encuentran el Mausoleo de Mohamed V del que apenas quedan en pie la mitad de su famoso minarete y las columnas que marcan las 21 naves de la que, en su día, fue la sala de oración más grande del Occidente Islámico.
Finalmente, no podemos decir que hemos estado en Marruecos, si no hemos regateado en alguno de sus zocos. El de Rabat, situado en la Medina, uno de los mayores encantos de esta ciudad, se puede acceder desde cualquiera de sus puertas, como la Bab Chellah o la fotogénica Bab Laalou. Una vez dentro del caos, podréis comprar desde especias, té, babuchas a cualquier pieza de comida más fresca imposible.
Paradas gastronómicas
- Cafe Maure (Rue des Consuls): éste es un imprescindible en cualquier viaje a Rabat, podréis disfrutar de un té marroquí (té con menta) con pastas de almendra y pistacho, mientras sentís el aire atlántico en la cara.
- Cafe Majestic (Rue Sidifath): a los marroquíes les encanta el dulce y os daréis cuenta lo abarrotadas que están las terrazas de sus cafeterías y cómo se les ve disfrutando de su té con pastas.
- Dar Naji Hassan (Avenue Jazirat Al Arabe): lugar perfecto para cenar, donde además del ambiente (dispone de terraza cubierta y zona interior) cuenta con una carta llena especialidades con una perfecta calidad-precio.
- Dar El Medina (3 Rue benjelloune) y Le Zyrab (10 Rue des Consuls), se encuentran en la Medina y puede ser la parada perfecta cuando nos encontramos visitando esa zona. Especialidades como el tajin o cuscús no pueden faltar en vuestro menú.
El mejor souvenir: cerámica de Salé
A tan solo 30 minutos en coche del centro de la ciudad se encuentra una de las paradas obligatorias del viaje si nos queremos llevar un trocito de Rabat en la maleta. La cerámica más conocida puede ser la de la vecina Fez, pero la de Salé no tiene nada que envidiar. En sus múltiples tiendas de artesanía encontraréis la cerámica más original que llevar como regalo. Eso sí, no os olvidéis de regatear, lo justo.
Meknès, la menos turística
Para llegar a la vecina Meknès (en español Mequinez), no tenéis más que coger un tren desde la estación de tren de Rabat Ville y disfrutar de lo que será toda una experiencia. El trayecto puede durar entre 2 y 4 horas, la hora de partida y llegada es aproximada en Marruecos. Los tickets los deberéis sacar directamente en la estación y los horarios los podéis ver desde la web de ONCF. El precio de ida y vuelta ronda los 16 EUR.
Meknès es la ciudad imperial menos conocida de Marruecos, y por ello cuenta con un encanto especial. Perderse por el laberinto de callejuelas de su Medina y regatear en su zoco es la mejor forma de conocerla.
Imprescindibles de Meknès
Una de las joyas de la corona de Meknès, es su puerta Bab el-Mansour, considerada una de las puertas más bellas de Marruecos y que tardó más de 60 años en construirse.
Justo en frente de la puerta se encuentra la plaza el-Hedim, otro must de Méknes, que seguro os recordará a la Jamaa El Fna de Marrakech. Aquí os podéis encontrar de todo… hasta un avestruz, damos fe.
No es necesario hacer ninguna ruta específica por Meknès, de hecho no lo recomendamos, porque lo mejor es perderse por su Medina y dejar la ciudad os muestre sus secretos.
Una parada que sí debéis incluir en vuestra ruta es la Madrasa Bou Inania, una escuela pública y religiosa musulmana que se puede visitar por el módico precio de 1 EUR. Podréis visitar las habitaciones de los estudiantes que se quedaban para estudiar el Corán o matemáticas, astronomía.. Uno de otros atractivos de la visita es la vista desde su azotea.
No os podéis ir sin visitar el Mausoleo de Moulay Ismail, el responsable de gran parte de la historia de esta ciudad. Personaje con un pasado oscuro ya que le encantaba ejecutar esclavos y al que también se le conoce por haber tenido más de 1000 hijos.
Y dejamos lo mejor para el final, desde el Kabbat Souk Café podéis disfrutar de las mejores vistas de la plaza y puerta de Bab el Mansour. El bullicio será diferente cuando os encontráis a unos metros de altura y la foto es increíble.
PARA CINÉFILOS..:DÓNDE SE RODÓ?
- American Sniper (2014): La historia de este francotirador americano representado por Bradley Cooper fue rodada en Rabat.
Os animamos a seguir disfrutando de nuestra vecina Marruecos, os recomendamos echarle un ojo a nuestro post sobre Marrakesh y Essaouira.
Cuantos dias recomiendas en Rabat?
Un finde de semana es suficiente un día más si piensas visitar Meknès.